Por Gabriela Lena
Diputada provincial (JxER)
Han transcurrido cinco meses desde que asumió el nuevo gobierno provincial en Entre Ríos y, quizás, es un momento adecuado como para formular una primigenia evaluación de sus acciones en esta etapa.
Es indudable que el primer aspecto que se debe tener en cuenta, refiere al saneamiento de las cuentas públicas que la administración del gobernador Rogelio Frigerio encaró de manera decidida, ante un cuadro de situación verdaderamente preocupante que, inclusive, fue mucho más grave que el previsto antes de asumir.
Solo basta recordar el primer discurso del gobernador ante la Asamblea Legislativa en febrero para la apertura de las sesiones ordinarias de este año, donde se enfocó en dar a conocer al conjunto de los entrerrianos, que estábamos ante una provincia desfinanciada y endeudada, en un contexto de absoluta postergación y con un diagnóstico más que preocupante en muchos aspectos, pero primordialmente en cuanto a lo social, educativo y con una creciente inseguridad para los ciudadanos.
Fue así que comenzó el trabajo de priorizar todos aquellos aspectos que resultan imprescindibles para el funcionamiento del Estado, con un recorte sin precedentes en el gasto de la política, con las denuncias correspondientes de los nichos de corrupción, y con la premisa de que cada peso que se gasta, sea una inversión para mejorar la vida de los entrerrianos y no de los funcionarios.
En ese marco, y luego de dar a conocer ese crudo panorama inicial, tanto el Gobernador como todo su equipo de gobierno, con la compañía de quienes estamos convencidos de que este es el camino, ya no hubo más espacio para hablar de la herencia, sino que, tal como ocurrió desde el primer día de labor, todos los esfuerzos se enfocaron en revertir ese difícil comienzo.
Hoy, a poco más de 150 días, podemos afirmar que los resultados han sido más que positivos, en principio, a partir de poner de manifiesto, como se ha hecho en la práctica en especial con los reclamos o requerimientos de los sectores sindicales que representan a los trabajadores estatales, que desde el diálogo, la tolerancia, el respeto y el intercambio de ideas, se pueden acercar posiciones y acordar los caminos a seguir, sin conflictos, y valorizando la función del empleado público.
Desde allí, se ha ido construyendo. Desde esta actitud, con amplitud de criterio, desde el saneamiento, la transparencia y la austeridad, esta gestión de gobierno está demostrando que, pese a las dificultades que también se presentaron en cuanto a la llegada a las arcas provinciales de los recursos nacionales; ha sido posible empezar a revertir la situación general de Entre Ríos y de los entrerrianos.
Escuchar las problemáticas del sector privado, de los vastos sectores de la producción de todas las riquezas que ofrece nuestro suelo, conectar a la provincia con el mundo en la búsqueda de mercados internacionales, potenciar el desarrollo de programas conjuntos dentro del esquema de la Región Centro junto a las provincias de Córdoba y Santa Fe, han tenido y tienen una dedicación permanente en las áreas de gobierno correspondientes.
En tanto, desde nuestro lugar en la Cámara de Diputados, avalamos esta clara postura de gobernar con sentido común, para ser custodios de los actos de gobierno, y para contribuir a reflexionar en todos aquellos temas que nos pueden parecer erróneos, ya que sabemos, asimismo, que es decisión del gobernador, revisar todas las acciones que puedan o deban ser modificadas, siempre con la premisa de mejorar la vida de los entrerrianos.