El Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza”, que arriba en 2024 a sus 175 años, fue y es uno de los pocos colegios de la República Argentina que ha propagado su prestigio dentro y fuera del país. Miles de alumnos año a año van pasando por este recinto histórico que fue pionero en muchas medidas educativas de avanzada que marcaron, en varios sentidos, el rumbo de la educación argentina.
Heredero del Gral. Justo José de Urquiza, guiado por Rectores y plantel docente ha dejado su impronta en los anales de la educación, no solamente de Argentina, sino que sus métodos se han extendido también a otros países de la región. Se impartieron cursos y clases de Jurisprudencia, Agrimensura, Estudios Militares, Comercio, Arte y Oficios y también sobre el tema que compete a este artículo, la Educación Física y los lugares de los que dispuso el colegio para su práctica.
Es importante para los autores de este artículo, hacer mención al Prof. Celomar Argachá, cuyas obras e investigaciones realizadas sobre diferentes aspectos de la vida del Colegio del Uruguay se convierten en fuente primaria para cualquier trabajo que intente reflejar algunas de las múltiples facetas de la historia del heredero del general Urquiza. Esta reseña sobre los campos de deportes del colegio, no es una excepción y se basa, en algunos aspectos históricos, en este historiador de reconocida trayectoria.
Si bien es innegable el aporte fundamental de José Benjamín Zubiaur a partir de su asunción como Rector, por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional del 5 de enero de 1892, lo cierto es que ya en 1872, el entonces Ministerio de Instrucción Pública aprueba la creación de la cátedra de “Gimnasia” para aquellos institutos que desearan incorporarla a su currícula para 1873. En aquel entonces solo dos colegios solicitaron la designación de un profesor para dicha asignatura el primero fue el de Tucumán, el 14 de enero de ese año y el 20 de febrero hizo lo propio el Colegio del Uruguay, designándose a Juan Laveggio como el primer docente de “Gimnasia” del histórico (Argachá, 1999b, p. 31). Lamentablemente, estas prácticas se extendían por varios meses, pero luego, quedaban a criterio de cada uno de los rectores si se continuaban implementando o no.
Como se ha mencionado, fue José Benjamín Zubiaur (31 de mayo de 1856 – 6 de septiembre de 1921), paranaense, ex alumno y Rector desde 1892 hasta 1899, uno de los rectores que más se preocupó y ocupó del desarrollo de las aptitudes físicas de los estudiantes de esta institución. Por tal motivo es interesante que se conozca, brevemente, su historia y el porqué de esta prédica por el deporte en general. Al terminar sus estudios en el Colegio del Uruguay, y en mérito a sus buenas notas, ingresa a trabajar en el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la Nación y a su vez continúa estudiando graduándose, en la Universidad de Buenos Aires, como Doctor en Derecho. Al ser nombrado inspector General de Colegios Nacionales y representando a nuestro país, viaja a la Exposición Universal de París (1889). En este viaje conoce a Pierre de Couberten, quien le inculca la importancia de la educación física en las escuelas. Además, este viaje sirvió para que el doctor Zubiaur observara y se interiorizara de diferentes formas de educar, no solo lo vinculado al aspecto físico.
Agradecimientos: Lic. Mario Pelisier, ex Director del Centro de Educación Física Nº 3 “Prof. Hugo Mario La Nasa”; Museóloga Analía Trípoli, Hemeroteca del Museo “Casa de Delio Panizza”. Lic. Pedro Fruniz, Coordinador del “Museo de la ciudad”. Prof. Ramón Cieri, Rector del Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza” y Mirta Parejas, encargada del área de Digestos de la Municipalidad de C. del Uruguay.