Cerca de las 15 horas del jueves, llegaron al acceso a Concepción del Uruguay tres personas que están protagonizando una caminata inédita por su compromiso y su causa. Partieron desde Concordia con destino final en Casa Rosada, en la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo: pedir al Gobierno nacional que no vete la Ley de Emergencia en Discapacidad, recientemente sancionada por el Congreso de la Nación.
Los protagonistas de esta travesía son Gilda Marcela Krinkovich —madre de un joven con autismo (síndrome de Asperger) y prestadora en discapacidad—, junto a Daniel Miñon y Jesús Benera, ambos transportistas vinculados también a la atención de personas con discapacidad. Desde su llegada, fueron recibidos con gestos de apoyo por vecinos y organizaciones locales, quienes reconocen en su caminata una forma de visibilizar una problemática que suele quedar en los márgenes del debate público.
«Nos moviliza el dolor, pero también la esperanza de ser escuchados. La ley fue votada y aprobada por el Congreso. Ahora pedimos que no sea vetada», expresó Krinkovich, visiblemente emocionada tras un nuevo tramo completado. Según contaron, mañana continuarán rumbo a Gualeguaychú, en otra etapa del extenso trayecto que esperan finalizar frente a las puertas de la Casa Rosada.
La Ley de Emergencia en Discapacidad, impulsada por distintas asociaciones del país, busca garantizar pagos en tiempo y forma para prestadores, transporte y asistencia, además de asegurar recursos básicos para las familias. En muchos casos, los servicios se sostienen con mucho esfuerzo y sin certezas, lo que genera una situación crítica para personas con discapacidad y quienes los asisten.
El grupo prevé llegar a Buenos Aires en los próximos días, con la esperanza de ser recibidos por autoridades nacionales. Mientras tanto, cada paso que dan es un grito silencioso contra el olvido institucional y en defensa de los derechos que, dicen, no pueden seguir esperando.