El gobierno de Javier Milei ha tomado una decisión sin precedentes que afectará a miles de argentinos que transitan regularmente por importantes vías del país. A partir del 8 de abril, los peajes en la autovía del Mercosur y en los puentes Zárate-Brazo Largo y Rosario-Victoria quedarán suspendidos por tiempo indeterminado.
Esta medida surge tras la decisión del gobierno de no renovar el contrato con Caminos del Río Uruguay (CRUSA), la concesionaria privada encargada del cobro de peajes en estas rutas estratégicas desde mediados de los años 90. Como resultado, se suspenderá el cobro en las estaciones de Zárate, Colonia Elía, Yerúa, Piedritas e Isla La Deseada.
La suspensión se produce en un contexto de crisis económica y se debe principalmente a la demora en el proceso de licitación para privatizar estas rutas y puentes. Ante esta situación, el gobierno ha optado por no prorrogar nuevamente el contrato de CRUSA, una decisión que contrasta notablemente con el enfoque privatizador característico de la administración libertaria.
Algunos analistas del sector vial interpretan esta acción como una medida de carácter populista relacionada con la campaña electoral. Sin embargo, la decisión no está exenta de consecuencias laborales significativas.
Impacto laboral y duración de la medida
CRUSA deberá prescindir de casi 500 empleados y abonar las indemnizaciones correspondientes. Sin embargo, la situación es compleja, ya que la empresa se encuentra en convocatoria de acreedores y ha advertido que, sin los ingresos de los peajes, no cuenta con los recursos necesarios para afrontar el pago de salarios e indemnizaciones, lo que podría desencadenar un conflicto laboral considerable.
La suspensión del cobro de peajes se mantendrá durante un período inicial de seis meses o hasta que finalice el proceso licitatorio que permita la entrada de una nueva operadora privada. Esta situación genera incertidumbre tanto para los usuarios de estas vías como para los trabajadores del sector.
Fuente: Letra P