Hoy nos convoca la celebración de una vida, una vida signada por el interés Supremo de la Patria que solo se engrandece con la felicidad del Pueblo.
Hace tantos años pasado el mediodía, nos impactaba la noticia de la muerte del General, si bien sus años y la enfermedad hacia previsible este desenlace, no podíamos ni en las peores pesadillas, pensar en una Argentina sin Perón.
El dolor del momento nos impidió ver la inmensidad y la vigencia de ese Hombre para todos los tiempos.
A medida que los años pasan y los sucesos demuestran que sus creaciones para demoler las estructuras injustas del coloniaje, siguen siendo el peor obstáculo para la sumisión y la indignidad del pueblo y que su filosofía de gobierno se aplica para la concreción de más derechos y mayor equidad, es cuando la oligarquía pone en marcha nuevamente las armas, cargadas de odio y resentimiento, para aniquilar las conquistas y los gobiernos que las alcanzan.
Lo que no saben es que Perón nos marcó para la acción, su nombre nos conduce al verbo, se conjuga en vida, lucha, sacrificio, alegría de compartir, creatividad. En la Doctrina Peronista el yo se funde en nosotros, no es la voluntad personal de un protagonista, es la suma de voluntades. El premio no es de nadie en particular, pero sí de todos en general.
Es nuestra inexorable responsabilidad apoyar y fortalecer las instancias de resistencia en estos aciagos tiempos de oscurantismo y anulación de derechos, para enfrentar a los elementos que privilegian al opresor.
Perón seguirá vivo en nuestra lucha, porque es la bandera que nos aglutina y nos conduce.
Prof. Celeste Pérez. Rectora del Instituto de Formación Políticas del P.J. Entre Ríos
