Ni bien terminó la cadena nacional del presidente Javier Milei, la gente salió a la calle a protestar, primero en Buenos Aires y luego en otros puntos del país
En una muestra de descontento ciudadano, vecinos de diversos barrios de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano se unieron en una protesta sonora. El cacerolazo, que inició inmediatamente después del anuncio del presidente Javier Milei sobre un mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que propone la desregulación de la economía, resonó fuertemente en varias zonas del país. Los manifestantes, equipados con cacerolas, sartenes y otros utensilios de cocina, expresaron su rechazo a las medidas del gobierno. La protesta culminó con una marcha hacia el Congreso, simbolizando la voz popular en oposición a las recientes políticas económicas. Esta movilización refleja el creciente descontento en diferentes sectores de la sociedad frente a decisiones gubernamentales consideradas controversiales.