Tras el accidente, el vehículo fue trasladado por una grúa a la estación de combustibles más cercana, en el kilómetro 105 de la misma ruta.
Sin embargo, la historia no terminó allí. El martes 9 de julio, a las 22:38 horas, una camioneta ingresó a la estación de servicio, y a las 22:58 salió llevándose las cuatro ruedas con llantas de aleación del auto accidentado. Esta secuencia quedó claramente registrada en fotos y vídeos de seguridad. La abuela, víctima del accidente, denunció que alguien debió haber informado a los ladrones sobre la ubicación del vehículo.
“Decir que son oportunistas es poco. Delincuentes, ladrones, carroñeros, haciendo leña del árbol caído sin siquiera pensar por lo que uno está pasando”, expresó con indignación. Además, advirtió a la comunidad sobre la peligrosidad de estos individuos: “Esos viven por allí, conviven cerca de ustedes y cuidado, si son capaces de esto, seguro lo son de mucho más”.
La abuela solicita la ayuda de la comunidad para identificar a los responsables de este acto deplorable, con la esperanza de mitigar un poco la impotencia y la rabia que siente. Cualquier información que pueda contribuir a dar con los ladrones será de gran ayuda para llevarlos ante la justicia.