Un operativo policial desmedido interrumpió ayer la manifestación pacífica frente al Congreso Nacional, donde personas con discapacidad y sus familias reclamaban por la sanción de la Ley de Emergencia en Discapacidad, recientemente vetada por el presidente Javier Milei.
Según testimonios de los presentes, efectivos de Gendarmería y Policía Federal empujaron, golpearon y usaron bastones para dispersar a los manifestantes, mientras las cámaras registraban la tensión creciente.
“¿Sabés qué me da más miedo? Que mi hijo se quede sin su escuela especial y sus terapias. Que me peguen, no me importa; yo voy a defender los derechos de mi hijo. Todos importamos, no solamente la gente que tiene plata”, relató conmovida una de las participantes.
Los manifestantes aprovecharon la concentración para visibilizar no solo sus necesidades, sino también las de los profesionales de la salud que los acompañan, quienes enfrentan meses sin ajustes salariales. “Gastan tanta plata para reprimirnos a nosotros, cuando podrían aumentar las pensiones y mejorar los salarios de quienes nos cuidan, que desde noviembre no les pagan”, agregó Jhonny Roldán desde Buenos Aires.
La protesta se replicó en distintas ciudades del país, con miles de vecinos acompañando la causa y exigiendo un cambio urgente en las políticas públicas hacia la discapacidad.










