La intención de fondo no cambió: desmantelar el IOSPER, diluir el control de los aportantes y abrir la puerta a la tercerización encubierta.
Aunque todavía no hay ley, podría haberla muy pronto. Y ahí está el punto: los votos se cuentan de a uno.
Frigerio no tiene mayoría propia en el Senado -sí en Diputados- y depende, en los próximos días, de lo que hagan cada uno de los Senadores del PJ cuando se trate el proyecto: si lo acompañan, si se abstienen o si se ausentan. Y eso, también, es votar.
Por eso es clave sostener la vigilancia gremial, social, ciudadana y política. Porque cada legislador y legisladora debe hacerse ahora responsable ante quienes los votaron.
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La defensa del IOSPER no es un reclamo sectorial. Es una reafirmación de principios esenciales:
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Que la salud no es un negocio.
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Que los derechos conquistados no se modifican sin consultar a quienes los sostienen con su trabajo y sus aportes.
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Y que lo colectivo debe estar siempre por encima de cualquier interés corporativo o político.
El IOSPER no debe ser una caja para la política. Debe ser una obra social eficiente, transparente y solidaria para más de 300 mil afiliados.
Por eso, quien vote a favor del proyecto, que se haga cargo: estará votando la entrega del IOSPER.
Y quien se abstenga o se ausente, también.
A quienes aún dudan, se les exige lo que esta hora demanda: valentía, compromiso y representación real. No es tiempo de especular. Es tiempo de decidir de qué lado se está.
El IOSPER no se vende. Se defiende.
Juan Martín Garay
Abogado
Concejal PJ – Concepción del Uruguay