El Partido Obrero en el Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad desarrolla una fuerte campaña de agitación en todo el país en pos de unir todas las luchas con el objetivo de la huelga general que derrote al gobierno porque la permanencia de Milei en el gobierno y sus políticas de ajuste son incompatibles con las aspiraciones populares.
Los 10 meses de Milei son una pesadilla. Agravó la situación previa hundiendo en la pobreza a 6 millones de personas y en la indigencia a otros 4 millones. Ataca la salud y educación públicas, cierra los comedores, despide trabajadores, reprime a los jubilados y les veta un mísero aumento –organizando un festejo con asado para los diputados de los gobernadores que lo sostienen, sean del PRO, UCR, de Carrió, Pichetto o del PJ.
En contrapartida les brinda beneficios extraordinarios a los capitalistas. Banqueros y especuladores festejan los vetos porque el gobierno va a fondo con el pago de la deuda ilegitima y usuraria y los empresarios festejan la reforma laboral. Una brutalidad sin precedentes.
Mientras tanto el peronismo y las burocracias sindicales llaman a “no patalear”. CFK, reivindica la reforma laboral y el pago de la deuda externa y su hijo Máximo reconoce el carácter constitucional de los vetos. Llaman a concentrarse en las elecciones de 2025 o 2027 en lugar de organizar la lucha hoy. La CGT entrega todas las conquistas obreras a cambio de las prebendas que tranza con el gobierno mientras las CTAs hacen seguidismo. Todos atados a la interna del PJ.
Es necesaria la unidad de todas las luchas para lograr la una huelga general, impuesta desde abajo. A Milei hay que derrotarlo y luchar por un gobierno de trabajadores, el único capaz de poner fin al saqueo capitalista de la Argentina, cesando con el pago de la deuda externa fraudulenta, nacionalizando el sistema bancario y el comercio exterior, para asegurar trabajo genuino para todos, un salario igual a la canasta familiar, jubilaciones del 82% móvil, triplicar los presupuestos de salud y educación, prohibir los despidos y repartir las horas de trabajo sin afectar el salario.