En un hecho insólito que sorprendió a la comunidad de Chajarí, Entre Ríos, el sargento de policía Guillermo Daniel González (41), quien fue sorprendido en flagrancia con un animal despostado, recuperó la libertad junto a su cómplice Matías Reniero (30). El insólito episodio también involucra a la hermana de Reniero, esposa del policía, quien fue liberada de inmediato por prescripción médica.
El hecho ocurrió durante la jornada del domingo 15 de diciembre de 2024, cuando González, un funcionario de la sección de verificación de la Policía de Entre Ríos, fue detenido con su ropa ensangrentada mientras trasladaba en un segundo vehículo, conducido por su esposa, un vacuno despostado del cual no pudo justificar su procedencia.
Tras ser apresados y permanecer detenidos durante varias horas, el lunes 16 de diciembre a las 14:20, la Unidad Fiscal de Chajarí emitió el Oficio Nº 1254 “E”/24, en el que se ordenó la liberación de los detenidos, luego de someterlos a los correspondientes exámenes médicos. La causa quedó caratulada como “Reniero Matías y otros s/ Abigeato”.
Un caso que genera indignación
El episodio ha generado polémica e indignación en la comunidad, especialmente por la rápida liberación de los implicados, a pesar de las evidencias recogidas al momento de la detención. La escena del hallazgo, con un funcionario policial implicado y elementos comprometedores como el vacuno despostado y las ropas ensangrentadas, ha puesto en el centro del debate la responsabilidad de quienes deberían velar por la seguridad y el orden.
El silencio de sus superiores genera sospechas
Mientras la comunidad sigue expresando su desconcierto, también surgen interrogantes sobre el rol de los superiores jerárquicos del sargento González. Se especula si existía algún conocimiento previo o posible encubrimiento dentro de la fuerza, lo que podría complicar la situación institucional de la Policía de Entre Ríos. El silencio oficial ante un hecho de tal gravedad solo aviva las dudas y cuestionamientos sobre la cadena de mando.
La causa continúa en manos de la Justicia, y se espera que en los próximos días se determinen nuevas medidas procesales. Mientras tanto, el hecho ha dejado un sabor amargo en Chajarí y alrededores.
