Este lunes 17 de julio se cumplen siete años desde aquella fatídica y dolorosa noche en la que la vida de Emi Chaix fue arrebatada de manera trágica, absurda e injusta. El recuerdo de Emi permanece vivo, tanto en las imágenes de la primera marcha que sus seres queridos organizaron para pedir justicia, como en las fotografías recientes en las que, año tras año, repintan su estrella, símbolo eterno de su memoria.
Aunque separan siete años entre esas imágenes, el dolor es el mismo, constante y presente en el día a día de quienes lo amaron y extrañan. Emi fue amigo, hijo, hermano, sobrino, tío y pareja; un ser querido cuya ausencia aún pesa en el corazón de su entorno, pero cuya presencia nunca se desvanece en sus recuerdos.
La vida continúa, y aunque el dolor acompaña, quienes lo conocieron agradecen haberlo tenido, aunque fuera por un tiempo breve. Sin embargo, la injusticia se mantiene latente: la persona responsable de su muerte circula libremente por las calles, dejando tras de sí un rastro de dolor no solo para la familia de Emi, sino para muchas otras.
Emi sigue estando allí, en el pensamiento y el amor de quienes lo extrañan, acompañando en esos momentos difíciles y siendo parte inseparable de sus vidas y sus corazones. En este aniversario, cada persona lo recordará a su manera, celebrando los momentos compartidos y la luz que Emi dejó.
