En el partido de fútbol juvenil disputado anoche en la ciudad de Gualeguaychú entre Central Entrerriano y Gimnasia de Concepción del Uruguay, se registraron serios incidentes que han generado preocupación y controversia. Según varios padres de los jugadores de Gimnasia, el partido no se suspendió debido a peleas entre los padres, como se había informado inicialmente, sino por las agresiones físicas y verbales que sufrieron sus hijos por parte del equipo contrario y algunos simpatizantes locales.

Un familiar de uno de los jugadores de Gimnasia relató que durante el partido, los jóvenes de Central Entrerriano agredieron repetidamente a sus oponentes, llegando incluso a escupirles. Ante esta situación, los padres de Gimnasia intentaron retirar a sus hijos de la cancha, lo que desencadenó un enfrentamiento más amplio.

Testigos presenciales informaron que un hombre fue golpeado por un padre de Central, quien a su vez había agredido a una mujer durante el caos. Además, un jugador de Gimnasia sufrió una patada en la mandíbula, lo que evidenció la gravedad de los incidentes. Varios padres del equipo visitante también fueron agredidos físicamente por los locales, incrementando la tensión y el descontrol en el lugar.

Una de las principales preocupaciones de los testigos fue la falta de medidas de seguridad en el lugar. No había presencia policial ni ambulancias durante el encuentro, lo que agravó la situación cuando estallaron los disturbios. Los agentes de seguridad llegaron al lugar 20 minutos después de que comenzaran los enfrentamientos, según los informes.

«Realmente fue un desastre», comentó un padre, subrayando la necesidad de contar con mejores medidas de seguridad en eventos deportivos juveniles para prevenir este tipo de incidentes en el futuro. La situación ha suscitado un debate sobre la responsabilidad de los clubes y las autoridades locales para garantizar la seguridad de todos los participantes y asistentes en los eventos deportivos.