Aunque en el nuevo milenio nuestro nuestro país logró ser un referente internacional en la materia, en la actualidad, en Argentina la situación es alarmante ya que, en los últimos dos años se han reducido las políticas públicas para prevenir y visibilizar la violencia sistémica contra las mujeres en todas sus modalidades y, al mismo tiempo, han desaparecido los programas que contemplaban y contenían la desigualdad estructural de las mismas para salir del contexto violento.
En nuestra ciudad, la Dirección de Mujeres, Géneros y Diversidad, perteneciente a la Secretaría de Desarrollo Social y Educación, cuenta con un relevamiento actualizado, el que en el transcurso de este año registra un total de ciento treinta y cinco (135) casos de asistencia y asesoramiento realizado por el equipo técnico conformado por psicólogas, abogadas y trabajadoras sociales, junto a personal especializado en la temática. Además, este año, el Hogar de protección integral para mujeres “Nuevo Amanecer” de la Municipalidad de Concepción del Uruguay, recibió nueve víctimas por violencia de género, quienes se alojaron junto con sus hijos/as.
Atendiendo una política pública activa para erradicar la violencia por cuestiones de género, la mencionada dependencia municipal recuerda que: “Si sos víctima de violencia de género, o conoces a alguien que lo sea, podés acercarte a las oficinas de la Dirección de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Municipalidad, ubicada en el primer piso del predio Multieventos (Belgrano 1150) o comunicarte a través de su línea telefónica al (03442) 15 403156”.
Femicidios
A pesar de contar con legislaciones que garantizan sus derechos, las mujeres continúan siendo víctimas de violencia de género, siendo uno de los datos más preocupantes los casos de femicidios que, según el Observatorio de las violencias de género: Ahora Que Sí Nos Ven, una mujer muere cada treinta y seis (36) horas. A la fecha, este año se produjeron ciento setenta y ocho (178) femicidios, quedando sin mamá ciento cuarenta y nueve (149) niños/as.
Respecto de nuestra provincia, la Asociación Civil Casa del Encuentro señala que, en 2025 se han registrado cuatro (4) femicidios, mientras que, en Concepción del Uruguay, no se ha cometido ningún caso, en lo que va del año.
El Femicidio es la expresión más extrema de la violencia de género y constituye una grave violación a los derechos humanos que el Estado debe prevenir y reparar. En 2012, se incorporó el femicidio al Código Penal como agravante (Ley 26.791), mediante la modificación del Artículo 80: Se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua, pudiendo aplicarse lo dispuesto en el artículo 52.
El 25 N
La designación del 25 de Noviembre como “Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer” responde a una política internacional de largo aliento que, desde principios del siglo XX, fue protagonizada por distintos grupos de mujeres que alzaron su voz ante las desigualdades sociales. Particularmente, desde mediados del siglo pasado, la ONU hizo eco de estas voces pronunciándose a favor de sus reclamos. Entre los hitos de dicha organización internacional, se destaca la declaración de 1975 como el “Año Internacional de la Mujer” y su consecuente inauguración del “Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer” (1975-1985). Además, en 1979, la Asamblea General de la ONU aprobó la “Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer” (CEDAW), tratado internacional que, desde 1994, adopta nuestra Constitución Nacional.
En nuestro país, las mismas luchas internacionales signaron también el siglo XX; siendo la Ley 13.010 de voto femenino (o “Ley Evita”) en 1947, uno de los reclamos históricos de las mujeres de principio del mil noveciento. Con el transcurrir del tiempo, las mujeres continuaron congregandose para velar por sus derechos y, en el contexto de apertura democrática en la década del ochenta, al calor de las políticas internacionales, lograron instalar sus propios debates en una agenda de Estado nacional.
Sin duda, una de las leyes de vanguardia que en materia de Derechos Humanos nuestro país llevó adelante, lo constituye la sanción, en el año 2009, de la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Dicha Ley reconoce distintos tipo de violencia por razones de género, entre ellas:
– Física: es la que se emplea contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño -o riesgo de producirlo- y cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte su integridad física.
– Psicológica: la que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba el pleno desarrollo personal, o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos, creencias y decisiones mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación o aislamiento.
– Sexual: es cualquier acción que implique la vulneración, en todas sus formas, con o sin acceso genital, del derecho de la mujer a decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva, a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación, incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.
– Económica y patrimonial: la que se dirige a ocasionar un menoscabo en los recursos económicos o patrimoniales de la mujer, a través de la perturbación de la posesión, tenencia o propiedad de sus bienes; pérdida, sustracción, destrucción, retención o distracción indebida de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores y derechos patrimoniales; limitación de los recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades o privación de los medios indispensables para vivir una vida digna; limitación o control de sus ingresos, así como la percepción de un salario menor por igual tarea, dentro de un mismo lugar de trabajo.
Simbólica: la que, a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos, transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.










