La madrugada del jueves trajo consigo un enigma inquietante tras el hallazgo del cadáver de Pablo Ignacio Bedogni, de 35 años, en el acceso al ex Circuito Mena, específicamente en la zona de los eucaliptos. El cuerpo de Bedogni, encontrado en el asiento trasero de un Volkswagen Gol Trend gris, presenta evidentes marcas de estrangulamiento, lo que ha generado un torbellino de preguntas sin respuesta.
La Fiscalía, liderada por la doctora María José Labalta, ha tomado el caso bajo su ala, solicitando de inmediato la colaboración de las Divisiones Investigaciones y Criminalística. Entre las medidas adoptadas, destaca la realización de una autopsia en la morgue del hospital Urquiza, dirigida por el Dr. Adrián Siemens, para esclarecer la causa exacta de la muerte.
Si bien la información oficial aún está pendiente, fuentes cercanas al caso han confirmado que Bedogni muestra claros signos de estrangulamiento, Estas lesiones sugieren un ataque brutal y premeditado, con algunas heridas aparentemente recientes y otras que podrían tener horas de antigüedad. Sin embargo, el motivo del crimen y la causa definitiva de la muerte aún no se han determinado.
La naturaleza violenta del ataque sugiere un posible ensañamiento por parte del agresor o agresores. Las autoridades policiales, mientras tanto, mantienen todas las líneas de investigación abiertas. Una de las teorías es que la muerte de Bedogni podría estar vinculada a un ajuste de cuentas relacionado con eventos delictivos recientes. A pesar de las especulaciones, la policía se mantiene cautelosa y no ha ofrecido declaraciones adicionales, manteniendo a la comunidad en la expectativa mientras se profundiza en la investigación.
