miércoles, junio 4, 2025
15.6 C
Concepción del Uruguay
Uruguayenses.comPAÍSNi Una Menos:...

Ni Una Menos: a 10 años del grito colectivo contra los femicidios en Argentina

Desde el caso de Chiara Páez hasta los 247 femicidios registrados en 2024, el movimiento Ni Una Menos sigue exigiendo justicia, memoria y políticas efectivas contra la violencia de género

Compartir en:

Hoy, 3 de junio, se conmemora en todo el país el movimiento Ni Una Menos, a 10 años de aquella primera y masiva marcha que sacudió a la sociedad argentina en 2015. La convocatoria nació a raíz del brutal femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años asesinada por su pareja en Rufino, Santa Fe, y se transformó en un emblema regional de lucha contra la violencia machista.

Desde entonces, cada año se reafirma la urgencia de combatir las múltiples formas de violencia de género. En este 2025, los datos del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina revelan una realidad alarmante: hubo 247 víctimas letales de violencia de género en todo el país, de las cuales 7 ocurrieron en la provincia de Entre Ríos.

La recopilación de estos datos no es una tarea menor. En Entre Ríos, el Superior Tribunal de Justicia (STJER), a través del Acuerdo General Nº16/15, designó a la Oficina de la Mujer (OM) como organismo encargado de registrar y sistematizar los femicidios y transfemicidios. Su trabajo permite dimensionar con mayor precisión el fenómeno, independientemente de si las causas están judicialmente caratuladas como tales.

Este registro comprende todas las muertes violentas de mujeres cis, mujeres trans y travestis perpetradas por varones y vinculadas a razones de género. Para su elaboración, la OM establece comunicaciones con las unidades fiscales de cada jurisdicción y, siguiendo el protocolo nacional, clasifica los casos según se trate de femicidios, muertes violentas no femicidas o muertes naturales.

Comprender la violencia de género como un fenómeno estructural permite visibilizar que no se trata de hechos aislados, sino de expresiones extremas de desigualdades históricas, reforzadas por mandatos culturales y relaciones de poder profundamente arraigadas.

En este contexto, el trabajo estadístico y judicial es clave, pero la dimensión política y social del Ni Una Menos sigue siendo insustituible. Cada nombre en esos registros es una vida arrebatada. Cada marcha es un grito por las que no están y un llamado a la acción urgente para que no haya ni una menos, nunca más.

Caja de comentarios de Facebook

Compartir en:
spot_imgspot_img
spot_imgspot_img
spot_imgspot_img
spot_imgspot_img
spot_imgspot_img
spot_imgspot_img
spot_imgspot_img
spot_imgspot_img