En la tarde de este martes, un Peugeot 208 que circulaba por el puente Victoria–Rosario (ruta nacional 174) despistó en el kilómetro 9, en jurisdicción entrerriana. Su conductor, que viajaba solo, sufrió la fractura de un dedo y logró salir del vehículo por sus propios medios. A pesar de los reiterados llamados, ni una ambulancia ni fuerzas de seguridad acudieron al lugar.
El automovilista, de unos 40 años, explicó que al detectar una cámara de radar frenó de manera repentina, lo que provocó la pérdida de control y posterior vuelco. El impacto dejó el auto completamente abollado y distintas partes —entre ellas la batería, el motor y los espejos— quedaron esparcidas a varios metros.
Federico, dueño del campo donde terminó el vehículo, relató que su empleado observó el momento del despiste y lo alertó para asistir al herido. Ambos se acercaron al lugar ante la posibilidad de un accidente grave.
De acuerdo con su testimonio, realizaron llamados a Gendarmería pero no obtuvieron respuesta. La Policía de Entre Ríos llegó alrededor de una hora y media después, mientras que ninguna ambulancia se presentó pese al aviso a emergencias.
Respecto al conductor, Federico señaló: “Lo socorrimos, estaba muy nervioso. Me dijo que vio la cámara y frenó. La ruta está muy rota y eso complica todo. Después llegó un amigo suyo y se lo llevó a su casa. Esa cámara se instaló hace unos meses, no sé si por Seguridad Vial o por la Policía de Entre Ríos. Deberían mejorar el estado de la ruta y cortar los yuyos, porque tapan los carteles de precaución y así terminan ocurriendo estos accidentes”.








