El director general de salud mental Esteban Dávila expresó que «uno de los primeros pasos es aumentar la sensibilización: hablar, preguntar, entender. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de esconder el problema bajo la alfombra».
El funcionario del Ministerio de Salud provincial hizo hincapié en la necesidad de un abordaje intersectorial, que involucre no solo a los equipos de salud, sino también a educación, desarrollo humano, las fuerzas de seguridad, la justicia, los clubes, las comunidades barriales y los medios de comunicación.
«Los trastornos depresivos, el consumo problemático de sustancias en especial el alcohol, intento previo, el aislamiento social, la pérdida de seres queridos, situaciones de violencia o abuso y el bullying son algunas de las causas más frecuentes asociadas al suicidio, explicó Dávila.
Existen síntomas y señales de alarma que pueden indicar riesgo: aislamiento, cambios de comportamiento, frases con tono de despedida o autodesvalorización, y alteraciones en el estado de ánimo. En adolescentes es fundamental que familias y escuelas estén atentas a cambios súbitos, ausentismo, irritabilidad o retraimiento.
En este marco, el funcionario propuso cinco pasos básicos que cualquier persona puede seguir ante una situación de riesgo:
-Escuchar de forma empática, sin juzgar ni imponer soluciones. Para saber qué está sintiendo la persona.
-Preguntar directamente si la persona tiene pensamientos suicidas. Hablar es el primer paso para ayudar.
-Facilitar el acceso a equipos especializados, contactando la línea de atención y acompañamiento en Salud Mental: 135 o 0800 777 2100, disponible las 24 horas, todos los días del año.
-Alejar a las persona del riesgo inmediato, como objetos peligrosos o lugares expuestos.
-Acompañar de manera continua. Volver a contactar a la persona luego de la crisis, reforzando el vínculo y la contención.
Respecto al rol de los medios, Dávila subrayó que «el mensaje que necesitamos darle a una persona que sufre debe transmitir esperanza, no temor». En ese sentido, adelantó que el ministerio está trabajando en una propuesta de formación específica para comunicadores, orientada a promover abordajes responsables que eviten efectos no deseados.
«Tenemos que cuidar cómo hablamos de este tema. Una mala comunicación puede generar pánico o desesperanza, mientras que una comunicación sensible puede abrir puertas a la búsqueda de ayuda», insistió.
El Ministerio de Salud cuenta con un Programa de Prevención del Suicidio, que recorre la provincia promoviendo actividades de sensibilización, capacitación y acompañamiento comunitario. Además, la línea telefónica 135 y 0800-777-2100 funciona como canal gratuito y confidencial de asistencia, atendido por profesionales en salud mental.