En la noche del lunes 23 de diciembre de 2024, un trágico accidente cobró la vida de Vicente Sosa, un hombre de 48 años, oriundo de la ciudad de Corrientes, quien se encontraba realizando uno de sus habituales recorridos en bicicleta desde Chajarí hacia Mocoretá. La tragedia ocurrió alrededor de las 20:30 horas, cuando el ciclista, conocido en la zona por su pasión por el deporte, fue hallado sin vida junto a su bicicleta en la banquina de la Autovía 14, a la altura del kilómetro 336, en dirección norte-sur.
Vecinos de la zona expresaron su consternación al enterarse de la noticia, al reconocer a Sosa como un habitual viajero en su bicicleta, realizando rutas entre localidades del norte de Entre Ríos y el sur correntino. Los habitantes de la zona destacaron su amabilidad y lo recordaban con cariño por sus frecuentes visitas, donde aprovechaba para saludar y compartir charlas con quienes encontraba a su paso.
El reporte de su fallecimiento se produjo tras la intervención de personal policial y de emergencias que acudió al lugar del accidente, luego de que algunos conductores informaran sobre el hallazgo del cuerpo de Sosa, quien se encontraba caído junto a su bicicleta tipo MTB marca Gribom. La escena fue preservada y, tras la confirmación del deceso por parte del personal médico, se convocó al médico policial y a la División Criminalística para las pericias correspondientes.
Según los primeros informes, el ciclista llevaba consigo una riñonera con una importante suma de dinero ($40.050) pero sin ningún documento de identificación, lo que dificultó su identificación hasta que se pudo contactar a un familiar a través del celular encontrado en el lugar. Este familiar confirmó que Sosa se había comunicado en horas de la tarde, informando que se encontraba en Chajarí, en uno de sus frecuentes viajes ciclísticos, lo que evidencia su dedicación al deporte y a sus recorridos en solitario.
El hombre, que trabajaba en un aserradero en el sur correntino, tenía el hábito de realizar largos trayectos en bicicleta tras sus jornadas laborales, llegando incluso hasta localidades como Santa Ana o Federación, sumando más de 130 kilómetros en cada travesía. Aunque su pasión por el ciclismo le era conocida en la región, este desafortunado accidente puso fin a su vida de manera repentina.
Sosa, quien llevaba casco y ropa adecuada para la práctica del ciclismo, así como una luz reglamentaria trasera, fue encontrado en la banquina, en una zona donde se realizan trabajos viales, y a escasos metros de los llamados “serruchos” ubicados a lo largo del trayecto. A pesar de las medidas de seguridad que tomaba, la tragedia ocurrió en una de sus recorridas más frecuentes, dejando una profunda tristeza en la comunidad que lo conocía y apreciaba. (Uruguayenses)