Una insólita situación se vivió la noche del sábado en el centro de la ciudad, cuando una vecina, domiciliada frente a un popular pub de la zona, interrumpió la tranquilidad del barrio con el sonido de sirenas cada cinco minutos. Su intención era clara: evitar que se llevara a cabo un show programado por el establecimiento, ubicado en la calle Leguizamón.
Los dueños del pub, que habían dispuesto el sonido de forma controlada para no afectar a los residentes, intentaron dialogar con la mujer para llegar a un acuerdo. Sin embargo, la vecina se mostró inflexible y continuó con la actitud hostil, activando las sirenas de forma intermitente y obstinada.
Con la situación fuera de control, los responsables del comercio decidieron acudir a la Jefatura de Policía y presentar la denuncia correspondiente, buscando que se tomen medidas ante lo que consideraron un acto de sabotaje a su evento.
Este incidente, que ha generado fuertes repercusiones en el vecindario, recuerda a otros casos de conflictos por ruidos molestos, pero en este caso particular, los residentes han señalado que el pub sigue normativas sobre los horarios y frecuencia de los shows, a diferencia de otros establecimientos donde las molestias se prolongan hasta altas horas de la madrugada.