En la tarde de hoy, jueves 06 de marzo de 2025, tomamos conocimiento del comunicado emitido por la Dirección Departamental de Escuelas (DDE) de Uruguay, en el que se afirma que “La Dirección Departamental de Escuelas NO AUTORIZÓ la suspensión de actividades los días jueves y viernes”. Esta declaración genera preocupación y rechazo en nuestra comunidad educativa, especialmente ante la grave ola de calor que afecta al país.
Reiteramos lo expuesto en el comunicado de ayer, donde subrayamos que cada equipo de conducción es el único que conoce de manera precisa la realidad de sus comunidades educativas. Esto incluye el modo en que los estudiantes y trabajadores se trasladan a las escuelas, si es seguro o no hacerlo en horarios de extrema exposición al sol, si los estudiantes tienen acceso a medios para trabajar de forma virtual, si las escuelas cuentan con conectividad y si sus instalaciones son aptas para soportar el uso simultáneo de equipos eléctricos en condiciones extremas.
Resulta fundamental señalar que no todas las escuelas disponen de ventiladores, aires acondicionados, o espacios adecuados para mantener la temperatura dentro de niveles seguros para los estudiantes y trabajadores. Además, es importante recordar que la realidad de las comunidades educativas varía profundamente, no solo en cuanto a infraestructura, sino también a la disponibilidad de recursos y medidas preventivas.
La responsabilidad recae directamente sobre el Consejo General de Educación (CGE) y la Dirección Departamental de Escuelas, quienes, al no tomar decisiones oportunas y acordes con la situación real, están poniendo en riesgo la salud de los estudiantes y trabajadores. Emitir comunicados como el de hoy solo profundiza la brecha entre la teoría y la práctica, entre quienes se encuentran tras un escritorio tomando decisiones distantes de la realidad, y quienes, día a día, sostienen la escuela pública.
Este tipo de acciones agravan aún más la complejidad de un inicio de año escolar ya de por sí desafiante, dañando gravemente a las comunidades educativas. Desde esta Seccional, respaldamos las decisiones tomadas por los establecimientos educativos, que han optado por reprogramar actividades de acuerdo con las circunstancias específicas de cada realidad local. Cabe resaltar que cada escuela, con los recursos a su alcance, está buscando la mejor forma de abordar la situación, aunque estas medidas difieran significativamente de las que sugiere el CGE, como la recomendación de «no utilizar proyectores y pizarras electrónicas», una medida que desconoce las limitaciones reales de los establecimientos.
Por último, repudiamos las declaraciones de la directora departamental y la falta de acción del Consejo General de Educación al no emitir resoluciones claras ante esta ola de calor. Es el deber del Estado Provincial, a través de sus funcionarios, garantizar que la enseñanza y el aprendizaje se desarrollen en condiciones dignas, respetando los derechos de los estudiantes y el personal educativo. La salud y el bienestar de la comunidad educativa deben ser la prioridad en tiempos de crisis.