En relación a una serie de estafas de las cuales fueron víctimas varios comerciantes locales, con importantes pérdidas económicas, personal de la Jefatura Departamental Uruguay, procedió allanar el domicilio de los sospechosos, logrando el secuestro de elementos de interés y la identificación de los mismos.

Si bien los hechos fueron denunciados en los últimos días, la actividad delictiva comenzó a desarrollarse meses antes, cuando una mujer se contacta a diversos comercios, siempre vía telefónica o digital, realizando compras que pagaba a través de transferencias, de las cuales remitía la constancia respectiva al teléfono del comercio y posteriormente hacía el retiro de la mercadería mediante mensajería. Tiempo después es que los damnificados advierten que dichos comprobantes de transferencias eran falsos dado que el dinero nunca ingresó en su cuenta. Es así que, a través de los datos aportados por los denunciantes, como así también la vinculación ya con otras causas anteriormente investigadas, lo logró fundar la sospecha sobre una mujer y su pareja que tiene su domicilio en el barrio La Tablada.

En horas de esta tarde, personal de la Sección Judiciales, con la colaboración del Comando Radioeléctrico, Comisaria de Minoridad y División Criminalística, llevaron adelante un allanamiento y registro domiciliario en virtud de la orden emitida desde el Juzgado de Garantías a cargo del Dr. Gustavo Díaz y tramitada por el Fiscal Dr. Eduardo Santos, en el domicilio de los sospechados.

Allí se notificó a los mismos, una mujer de 32 años y un hombre de 34 años, efectuando el secuestro de telefonía celular, chip y tarjeta de memoria, siendo estos elementos de importancia para la causa.

Informado el fiscal del resultado del procedimiento, dispuso el traslado de la pareja a la Sección Antecedentes Personales de la Jefatura de Policía, para su identificación y que posteriormente fueran puestos en libertad quedando supeditados a la causa.

Atento a la modalidad fraudulenta constatada, se recomienda a los comerciantes en general, el control de los pagos mediante medios electrónicos o aplicaciones, verificando en la cuenta el ingreso fehaciente del dinero, para evitar ser víctima de este tipo delincuencial.