Las organizaciones que integran la Unidad Piquetera protagonizaron concentraciones y movilizaciones en el Obelisco porteño y en las principales sedes de Anses de todo el país en reclamo contra la exclusión de mi millones de trabajadores del cobro del bono de indigencia anunciado por el gobierno. En Entre Ríos hubo concentraciones en Paraná, Concepción del Uruguay y La Paz.
Se estima que solo accedieron al bono de emergencia unas 500.000 mil personas de un universo de más de 4 millones de indigentes. Estos e debe a que el gobierno, desde la administración de Anses, bloqueó el acceso a millones de trabajadores y trabajadoras por cobrar la AUH o por acceder a la Tarjeta Alimentar, a pesar de los magros ingresos que esto representa, o estar inscripto como monotributista, etc.
El “bono de emergencia” del gobierno implica unos $45.000, pagaderos en dos cuotas, que siquiera alcanza para cubrir una canasta alimentaria y que es negado a millones de pobres e indigentes ante la falta de empleo y salarios e ingresos que no cubren las necesidades básicas y alimentarias.
El gobierno acaba de darle media sanción al Proyecto de Presupuesto 2023, que implica un ajuste del gasto social, incluidas las partidas alimentarias y lo relativa a la asistencia económica a la que acceden cientos de miles de desocupados y cuyo acceso es denegado para millones de familias que se encuentran en una situación desesperante.
El bono en cuestión siquiera se asemeja a lo reclamado por las organizaciones sociales oficialistas como un Salario Básico Universal de miseria, y está lejos de alcanzar los 2 millones de beneficiarios que estas aseguraban.
La acción de la Unidad Piquetera se presenta como el único canal de lucha y organización contra esta política hambreadora, donde se niega el trabajo, se atacan los salarios, se bloquea el acceso a los planes sociales, se licuan los ingresos populares y se intenta “pasar el fin de año” con un bono de emergencia que siquiera alcanza a la población indigente.
La lucha contra el ajuste fondomonetarista requiere de la independencia política ante un gobierno ajustador. Por el pago del bono a todas las personas por debajo de la pobreza y el aumento inmediato del salario mínimo para que cubra la canasta básica.