Pablo es hijo de Julio Alejandro Verna, ex capitán y médico anestesista en Campo de Mayo, quien participó en los Vuelos de la Muerte inyectando tranquilizante a las víctimas que luego eran arrojadas desde aviones al mar o río, tal como se investiga en el Delta entrerriano luego de la publicación del libro “El Lugar Perfecto”, del periodista gualeguaychuense Fabián Magnotta.
Verna brindó su testimonio en la Biblioteca del Colegio Superior del Uruguay “Justo José de Urquiza”, en la EET N° 1 “Ana Urquiza de Victorica” y en el Instituto Martín Fierro .
Desde la Dirección de Derechos Humanos señalaron que testimonios como los de Pablo ayudaron a desenmascarar el accionar de los genocidas, una mecánica que repetían no sólo en los vuelos de la muerte sino también en accidentes automovilísticos simulados, consistentes en adormecer a los secuestrados y arrojarlos a los cursos de agua donde finalmente se ahogaban.
La verdad por sobre todo
Este colectivo de hijos de genocidas surge a partir de quienes optaron por contar la verdad de hechos que conocían en primera persona y cuyos testimonios fueron claves para conocer los asesinatos cometidos por sus familiares y ventilados en el juicio que se llevó adelante conocido como de la Contraofensiva de Montoneros.
En ese juicio, el abogado querellante Pablo Llonto brindó innumerables detalles del accionar de los genocidas y explicó con solvencia el plan de secuestro, tortura y desaparición de personas; los testimonios como los de Pablo Verna confirman la verdad de esas afirmaciones.
Verna padre le contó a un familiar cuál había sido su participación y el accionar de los militares que integraban las áreas de Inteligencia del Batallón 601, el Destacamento 201 y el Comando de Institutos Militares.
