Recordaron a los jóvenes víctimas de La Noche de los Lápices durante una actividad organizada por la Dirección de Derechos Humanos. En este marco, plantaron Árboles por la Memoria. Encabezaron la ceremonia el Presidente Municipal Martín Oliva y el ex intendente José Eduardo Lauritto.
A 46 años de La Noche de los Lápices, coincidente con el Día de las y los Estudiantes Secundarios, se realizó este viernes una actividad de reflexión, plantación y entrega de árboles. Fue organizada por la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad junto a la delegación argentina de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU). Precisamente este organismo donó 100 árboles, algunos de los cuales fueron plantados en la plaza ubicada frente a la Plazoleta de los Derechos Humanos, con la consigna “Plantamos Memoria” por las y los jóvenes desaparecidos en la trágica noche de 1976. Otros fueron entregados a escuelas, recibidos por sus estudiantes y docentes durante la ceremonia.
La primera parte del acto se desarrolló en la Plazoleta de los Derechos Humanos, con la presencia del intendente Martín Oliva; el presidente de la delegación argentina de la CARU, José Lauritto; demás autoridades, alumnos de establecimientos educativos e integrantes de la militancia por los Derechos Humanos.
Allí, el director de Derechos Humanos, Darío Baron, convocó a resistir “una corriente fuerte de negacionismo” de las violaciones de los Derechos Humanos que sufrió el país desde 1976. “Fuimos romantizando situaciones que fueron extremadamente trágicas para la Argentina. Nosotros nos debemos la reflexión, pero en esa reflexión lo que no nos podemos permitir es ignorar y aceptar que la paz es posible solamente con la eliminación del otro. Nosotros a eso no lo vamos a permitir”.
Un espacio para la reflexión
Noel Martínez y Fernando Sarli, estudiantes y guías de la Muestra “Historias Nuestras”, reflexionaron sobre lo acontecido. Noel destacó que “Construir memoria es procesar el pasado y proyectar a futuro la sociedad que queremos y que representamos. Hoy, a través de este gesto simbólico que es la plantación de árboles por una sociedad que respete la vida”.
Por su parte, Fernando recordó que “en nuestra ciudad se vivieron sucesos similares a los de La Plata. El 19 de julio de 1976 un grupo de tareas secuestró a alumnas y alumnos del Centro de Estudiantes de la Escuela Normal, y los torturan… La Noche del Mimeógrafo recuerda así a nuestros compañeros y sus esfuerzos por una sociedad más justa”.
Memoria, educación y reforestación
Los jóvenes que fueron víctimas de La Noche de los Lápices eran estudiantes secundarios que reclamaban por el Boleto Estudiantil Secundario. Por ello, Oliva expresó: “Lo único que nos hace libres y diferentes son tres palabras: educación, educación y más educación”. Además, convocó fundamentalmente a los jóvenes a que “a lo largo de sus vidas puedan cultivar la forma interior en que puedan ser memoria, para que la comunidad nos recuerde y para no morir el día que tengamos que morir. Hay que estar en la memoria y ser un buen recuerdo, para ser un buen recuerdo hay que ser buena gente”.
Además de simbolizar la “memoria”, los árboles entregados se suman “a un programa ya existente porque felizmente en nuestra ciudad hay un programa de reforestación”, expresó Lauritto. Detalló que los ejemplares forman parte de un programa de entrega de árboles en las costas ribereñas del río Uruguay, puntualmente para sus instituciones.
Folklore “Desde la Memoria”
La chamarra “Por los que no están” nació como parte del Programa “Desde la Memoria”, creado por la Dirección de Derechos Humanos aunando la memoria y el arte. Como parte de la ceremonia, fue interpretada por Guillermo Lugrin, director de Cultura y Agustín Comte, estudiante de 6° año de la Escuela Normal.