Frente a la creciente demanda de nuevos y mejores servicios digitales, el Poder Judicial de Entre Ríos trabaja en la innovación tecnológica para brindar un servicio de justicia transparente y accesible. Busca garantizar los derechos de la ciudadanía.
El Poder Judicial de Entre Ríos lleva a cabo, de manera constante, una transformación tecnológica frente a la creciente demanda de nuevos y mejores servicios digitales. Se trabaja en la innovación tecnológica para brindar un servicio de justicia transparente y accesible. Así como también, cubrir requerimientos actuales y garantizar el reconocimiento de los derechos de la ciudadanía.
La tecnología es el soporte operativo de la Justicia de Entre Ríos, que busca incorporar una diversidad de nuevas tecnologías y lograr que sectores propios y externos sean interoperables, procurando que la información se gestione de la mejor manera posible en formato completamente digital.
El ingeniero Omar Pagliotto, es el director de la Oficina de Informática Jurídica del Superior Tribunal de Justicia (STJ), y considera que “todo servicio, si no agrega valor, no es demasiado útil, no satisface las necesidades de sus usuarios. A partir de allí se puede evaluar si es o no innovador. El fin último de la justicia es el ciudadano, trabajamos para que la gente pueda tener un servicio de justicia que garantice sus derechos”.
El camino hacia la transformación digital
Cuando se habla de digitalización e implementación de nuevas tecnologías, la Dirección de Informática Jurídica cumple un rol imprescindible en la estructura del Poder Judicial, ya que se ocupa y lleva a cabo las iniciativas para lograr esos objetivos.
Actualmente, la Dirección está modernizando toda la infraestructura, incorporando nuevos modelos de gestión, evolucionando hacia el expediente inteligente y desarrollando de forma sostenida una serie de herramientas para facilitar el intercambio de información entre los diferentes actores del sistema judicial.
El ingeniero Pagliotto subrayó que “la permanente demanda de nuevos y mejores servicios viene acompañada de la transformación digital, porque es una realidad”.
La transformación digital excede por mucho a lo meramente tecnológico. Cuando se habla de este proceso hay que tener en cuenta toda una serie de etapas para poder llegar a los objetivos planteados.
Sobre el camino a transitar, como primer paso, el Poder Judicial tuvo la voluntad de llevar a cabo el cambio, tomó una decisión y se encargó de la gobernabilidad de todo ese proceso, coordinando a todos los sectores involucrados.
El responsable de Informática dijo que “a partir de allí se conformaron los equipos para diseñar ese cambio, se reunió a todos los actores, se analizaron las necesidades y se propusieron soluciones”.
Después se pasó a la etapa de incorporación de infraestructura, para la que fueron necesarias dos cosas: contar con presupuesto y los conocimientos necesarios para desarrollarla. Recién en esa instancia se comenzó a hablar de algo importante: la normativa, que compatibiliza la seguridad jurídica con las nuevas metodologías que incorpora la tecnología.
Existen procesos que presentan oportunidades de mejora, sus falencias provienen en ocasiones de limitaciones tecnológicas pasadas o nuevos requerimiento funcionales. La transformación digital viene a solucionar ese problema, entrando en juego la cuestión cultural; tecnología, cultura y procesos están interrelacionados. La idea es armar un círculo virtuoso de todo eso: nuevas tecnologías, nuevos procesos, cambio cultural.
“Su implementación es parte de un cambio cultural que se tiene que dar y debe acompañar todo este camino de transformación. Y en el caso de Entre Ríos, el STJ abordó ese cambio”, explicó Pagliotto.
El trabajo hacia un expediente inteligente
Al hablar de implementaciones en clave tecnológica, el caso del expediente es destacable. Anteriormente el expediente era digital pero sólo la parte que se originaba en Tribunales, ya que la persona venía con su documento en papel. Ahora de lo que se habla es de un expediente digital de extremo a extremo, que nazca digital y fundamentalmente se gestione de esa manera.
Se trata del desarrollo de un Sistema de Gestión Judicial que brinda facilidades a la Mesa Virtual. A partir de él se busca que el empleado se enfoque en lo estrictamente jurisdiccional y ya no tanto en las tareas administrativas. En ese sentido, se trabajó en la implementación de nuevos métodos de procesamiento de datos y algoritmos de Inteligencia Artificial para facilitar la ejecución automática de tareas.
El paso hacia el expediente inteligente aborda una serie de etapas por cumplir, que incluyen la digitalización y la interoperabilidad. La tercera instancia se refiere a la automatización, para realizar los trámites con más rapidez, mientras que el último paso abarca a los modelos predictivos; es decir, en cuestiones que son repetitivas, por medio del análisis y la ciencia de datos en base a una serie histórica, se educa al sistema para que sirva como una herramienta en la toma de decisiones.
En ese sentido Pagliotto aclaró: “Esto no significa que se delegue el dictado de sentencias, sino que se proporcionan herramientas novedosas que contribuyen a la valoración de la información por parte juzgados”.
Sistema jurisdiccional propio
Bajo la premisa de modernización, la Dirección de Informática Jurídica está en pleno desarrollo e implementación por etapas un nuevo Sistema de Gestión Judicial que de respuesta a todas las necesidades y servicios que demanda cada fuero en general y cada organismo en particular.
Respecto de este avance Pagliotto señaló que “no se puede seguir trabajando en el contexto actual de la misma manera que como cuando todo estaba organizado en torno al papel, debemos adaptar nuestros sistemas y herramientas para que sean consistentes con las necesidades y las facilidades digitales modernas”.
Paso hacia la oralidad
Otro avance significativo en clave tecnológica refiere al paso hacia la oralidad, ya que antes en las audiencias se trabajaba completamente de manera escrita. Para lograr ese cambio, desde Informática Jurídica se desarrolló un sistema de video-registración que no pierde la inmediatez y acelera aún más los tiempos, tanto en las audiencias como en el análisis y el dictado de los actos procesales. Se trabaja día a día en este recurso, ya que tiene posibilidades de crecimiento en materia de equipamiento y adecuaciones edilicias. “Ahí es donde tiende el futuro, hacia la video-registración de las audiencias orales”, concluyó Pagliotto