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Una familia de Yaguarundí en La Paz, una especie de aspectos aún desconocidos

Un nuevo avisaje de gato salvaje de la especie Yaguarundí (Herpailurus yagouaroundi), se produjo en el departamento La Paz. Fue en un camino rural, cerca de Colonia Máximo Castro. En esta oportunidad tres ejemplares fueron observado por la fotógrafa Victoria Regner, quien logró unos registros notables de estos felinos americanos. “Son muy raros de ver”, señaló a ERA Verde el biólogo Alfredo Beduc, quien apuntó que por sus hábitos son difíciles de registrar en la naturaleza. Agregó que estos animales del monte tienen una variedad de pelaje –que va del gris oscuro al colorado intenso– que le permitió sobrevivir a la caza para peletería. Y si bien la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza los ha catalogado como de “preocupación menor” para la conservación”, todavía hay aspectos desconocidos de su comportamiento que quedan revelar, apuntó el naturalista.

La reconocida fotógrafa de naturaleza fotógrafa Victoria Regner, logró capturar imágenes de una madre y dos cachorros de pumas o gato montés de tipo yaguarundí en un camino rural del departamento La Paz, informó el sitio Diario La Paz. La noticia consignó que fueron vistos en cercanías de Colonia Máximo Castro. Se trata de una especie de aspectos aún desconocidos, apunto a ERA Verde el especialista en fauna silvestre Alfredo Berduc, quien señaló que no se podría afirmar de forma tajante que esté en peligro de extinción. Precisamente como son difíciles de ver en la naturaleza, no hay un conteo preciso de la cantidad de ejemplares, pero en condiciones adecuadas se los puede encontrar. De hecho, en mayo de 2020, un cachorro de este felino fue encontrado en una vivienda ubicada en calle Alvarado de la ciudad de La Paz, así como hay registro de su presencia en áreas naturales del departamento Paraná.

Fue un “hermoso e inesperado encuentro”, posteó en sus redes sociales al paceña Regner, que acompañó de magníficas fotografías. Del momento de ese encuentro, narró: “Ven el auto y se quedan quietos mirando. Uno de los pequeños vuelve al escondite, la madre y el otro cruzan. Observamos a distancia, sin molestar. A los minutos mamá y hermano van a buscar al rezagado. Cruzan juntos los tres”.

EL FELINO MÁS DIURNO

“El yaguarundí tiene aspectos que lo hacen poco conocido”, explicó Berduc a ERA Verde. Y agrega que “la gente de campo lo conoce más de lo que se lo nombra o lo reconoce. En algunos lugares le dicen gato de las pajas, pumita o gato moro. Tiene una particularidad, que es la más importante, que es un bicho que tienen dos coloraciones bastante marcadas. Una es de ese rojizo como los que aparecieron en La Paz. Y la otra es de los que llaman moro, que a simple vista es gris oscuro, pero tiene pelos negros y blancos mezclados, entonces se ve como un gris. Lo que tiene justamente la especie, que la ha salvado de la cacería para la peletería cuando había más comercio de pieles, es que al tener esa variación de colores –incluso no es raro que los colorados tengan muchas variación de tonalidades– no sean pieles muy apreciadas para hacer tapados, porque es necesario muchas pieles para poder combinarlas y que sirva para estos fines. Esto es lo que los hizo zafar bastante”, planteó a ERA Verde.

En cuanto a dimensiones, el macho mide entre 62 y 83 cm y la hembra entre 43 y 66 cm, con un peso corporal que va de los 3,5 a 6,5 kilogramos.

De todos modos, el biólogo reconoció que a veces los Yaguarundí suele ser visto con malos ojos por los habitantes de zonas rurales, cuando se producen un choque de intereses “Le encanta atacar los gallineros, y es muy voraz. Entonces cuando entra en conflicto con criadores de gallina, lo terminan matando”.

Otras particularidades que lo caracterizan es que “de los felinos pequeños es el único que no tiene manchas. Es el felino más diurno, y está emparentado genéticamente con el puma de América y el guepardo chita, el mamífero terrestre más rápido del mundo. Y se diferencia bastante de los ‘gatos manchados’. Tiene una cola muy larga y peluda, que sobrepasa generalmente el largo del cuerpo. Es un gato que está distribuido por muchos ambientes, es muy ‘plástico’ en cuanto a sus requerimientos de habitas; puede vivir en bosques, en arbustales, en pastizales, en selvas cerradas, en bosques secos, pero lo que no le gusta tanto son los desiertos y lugares muy altos, aunque se los ha registrado en los Andes”, describió Berduc. Si bien tiene presencia en un rango geográfico muy amplio, el número de yaguarundí no es abundante, apuntó el naturalista. “Hay otros gatos que pueden tener poblaciones más grandes. Es muy caminador. Se ha registrado para los machos, que son los que más andan, lo que se llama el home range, el área de acción, puede ser de 100 kilómetros cuadrados, que es muchísimo. Puede ser por esto que no hay una gran abundancia”.

Por último, recordó que “para la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza es un animal que no está en peligro, si no en ‘preocupación menor’ para la conservación, aunque se advierte que está catalogado así porque hay muchas áreas donde no ha sido suficientemente estudiado y está la recomendación de chequear donde podría estar en poblaciones estables, ya que la fragmentación del hábitat, es decir la disminución de los corredores de biodiversidad donde puede vivir la especie, van desapareciendo,  y quedan poblaciones aisladas y a veces se han registrado extinciones locales. Entonces si bien se puede decir que no corre peligro de extinción general, sí podría haber extinciones locales, que no sería el caso de nuestra provincia. Es una especie que está en vías que la reconozcamos, que la volvamos a descubrirla”, invitó.

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